jueves, 23 de septiembre de 2021

Florville y Courval o La Fatalidad (Marqués de Sade)


Incluida en Los crímenes del amor, un conjunto de once relatos moralizantes escritos por el Marqués de Sade, Florville y Courval o La Fatalidad es una de las obras maestras de su autor, quien con elegancia y talento logra hacernos partícipes directos del hado fatal de la virtuosa y sensible protagonista, culpable de varios crímenes monstruosos de los que permanece ignorante.

Resumen
Habiendo sido abandonado años atrás por su mujer y su hijo, el señor de Courval decide rehacer su vida volviendo a contraer matrimonio. Sus amigos lo ponen en relación con la señorita de Florville, dama de 36 años cuya belleza, dulzura de carácter e ingenio apropiado seducen a Courval desde el primer encuentro. Después de dos o tres reuniones más Courval propone matrimonio a Florville, pero ella se niega a responderle hasta que él haya oído su historia y en base a ésta juzgado si es digna de ser su esposa.
Florville comienza relatando su origen: A los pocos días de nacida es abandonada en las puertas de la casa del matrimonio parisino Saint-Prat, que la acoge bajo su protección pero nunca llega a adoptarla legalmente. Cuando Florville tiene 15 años muere la señora Saint-Prat y el marido, joven aún, envía a la muchacha a Nancy a casa de su hermana, la señora de Varquin, para evitar posibles murmuraciones. Lamentablemente el virtuoso Saint-Prat ignora que su hermana es una libertina de la peor calaña en cuya casa se vive en la más completa disolución.
La virtuosa Florville intenta mantenerse al margen de la vida de la casa Varquin; sin embargo su nueva protectora la induce a aceptar las atenciones de Seneval, un apuesto oficial de 16 años del que se enamora profundamente. Florville y Seneval se convierten en amantes y a los seis meses de relación ella queda embarazada. Seneval y Varquin se las ingenian para que dé a luz en secreto y enseguida Seneval se marcha llevándose al niño, al que jura cuidar.
Destrozada por los acontecimientos, Florville regresa a casa de Saint-Prat y le confiesa lo sucedido. Éste consigue instalarla con la señora de Lérince, dama simpática y respetada, imagen misma de la virtud. Durante 17 años Florville vive semiretirada en compañía de esta dama. Entonces, por petición particular, la señora de Lérince recibe en su casa a Saint-Ange, un joven de 17 años que despierta en Florville emociones que creía enterradas. Saint-Ange se enamora de Florville y la corteja, siendo firme y terminantemente rechazado. Enloquecido por la negativa, Saint-Ange intenta forzar a Florville, quien accidentalmente lo mata. Mientras agoniza, Florville le confiesa que también lo amaba.
Horrorizada de su crimen, Florville decide alejarse por un tiempo de París, acudiendo a visitar a la señora de Varquin. Al llegar la encuentra agonizando, pero más firme que nunca en sus ideas libertinas. Luego, en el hotel donde se aloja, Florville es la principal testigo de un crimen pasional, siendo su testimonio decisivo para llevar al cadalso a la asesina. Poco después regresa a París, donde acude a ver morir a su buena amiga la señora Lérince. A partir de ese momento Florville vive otra vez en un semiretiro durante dos años.
Cuando Florville termina su historia Courval le asegura que no hay nada realmente censurable e indigno en ella, pues sólo fue víctima de malos consejos y circunstancias ajenas a su voluntad. El matrimonio se realiza y Florville y Courval son felices, pero la llegada del arrepentido hijo de Courval cambiará todo de un modo terrible.

El marqués de Sade es unánimemente conocido como un escritor ''perverso'' por su predilección por los temas sexuales retorcidos. Los relatos agrupados en Los crímenes del amor, aun siendo obras escritas con fines moralizantes, contienen muchos de estos temas: Parricidios, incestos, asesinatos, seducciones... Para el lector sensible las historias son chocantes y hasta desagradables, pues el mal triunfa en la mayoría de ellas. Y aunque existe arrepentimiento genuino y penitencia, esto no elimina ni repara el daño causado. Florville y Courval no es la excepción, al contrario, a lo largo de sus pocas páginas se va acumulando crimen sobre crimen, dejando al final un sabor amargo. SPOILER: Es imposible no estremecerse cuando, tras oír la historia de su 'hijastro', Florville, desgarrada por el horror, exclama:
''Reconóceme Seneval; reconoce a la hermana, a la que sedujiste en Nancy, la asesina de tu hijo, la esposa de tu padre, y la criatura infame que arrastró a tu madre al cadalso... Sí, señores, he aquí mis crímenes; sobre cualquiera de ustedes al que dirija mi vista, sólo veo un motivo de horror; veo a mi esposo en el autor de mis días, y si es hacia mí misma a donde miro, veo al monstruo execrable que apuñaló a su hijo y llevó a la muerte a su madre. ¿Imaginan que el cielo pueda haber inventado bastantes tormentos para mí? ¿Dónde suponen que pueda sobrevivir un instante a los tormentos que desgarran mi corazón? No, me queda todavía un crimen que cometer, y éste los vengará a todos''.
FIN DEL SPOILER. No puedo evitar preguntarme si Sade realmente pretendía alertar al lector contra las consecuencias del desenfreno moral y sexual o sólo usó la idea como excusa para narrar historias perversas.
Como sea, el autor introduce y desarrolla en la obra varias líneas de pensamiento filosófico con sentido moral. Tal vez la intención de los relatos era la expuesta, sólo que siendo quien era, Sade no consiguió sustraerse a su gusto por lo morboso. Esto en ningún caso vulgariza los relatos; Florville y Courval, pese al horror desvelado en su final, está escrito de un modo elegante y aunque directo, nunca es grosero.
Respecto al lenguaje del relato, los personajes se expresan de un modo algo anticuado y artificial, lo que en lugar de jugarle en contra le da un aire de gran novela. Los diálogos no son difíciles, pero hay largos monólogos que podrían resultar un poco pesados para el lector promedio. Yo no recomendaría este relato a alguien no familiarizado con la literatura francesa de finales del siglo XVIII. Tampoco a quien desee leer una ''novela pornográfica'' del Marqués de Sade en el sentido actual de la palabra pornografía.
Personalmente disfruté mucho de la historia; entendí su mensaje moralizante y me horroricé con su desenlace, pues el carácter de la protagonista está muy bien diseñado. También me gustó mucho el elemento misterioso, casi de relato de terror que se cuela en cierto momento en la forma de un sueño alegórico. Es una lástima que el asunto no llegue a desarrollarse, hubiese sido muy interesante.

Lo mejor: La historia misma, el lenguaje, la ambientación, el terrible desenlace.
Lo peor: Algunos monólogos aleccionadores resultan un poco largos.
Conclusión: Buena, interesante, fácil de seguir.

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