jueves, 20 de enero de 2022

Autodefensa (August strindberg)


A
ugust Strindberg es considerado uno de los grandes maestros de la literatura sueca. Confieso que hasta hace un par de años nunca había oído de él, y cuando vine a conocerlo fue por una película muda. Autodefensa (también conocida como Alegato de un loco) es la primera y única novela de Strindberg que he leído. No me pareció muy digna de un maestro de la literatura, pero entendiendo que no se trata de una de sus mejores creaciones no caeré en el error de afirmar que Strindberg está sobrevalorado.

Motivo
Autodefensa es una novela semibiográfica. A través de personajes imaginarios el escritor relata y analiza el origen, desarrollo y desenlace de su primer matrimonio.
 
Resumen
Axel, un escritor fracasado que trabaja en la Biblioteca Real de Estocolmo, es presentado a los barones María y Gustavo, con quienes desarrolla amistad. Axel no tarda mucho en enamorarse de la bella baronesa, quien le confiesa su deseo de dedicarse a la actuación. También revela que Gustavo mantiene un amorío no concretado con su prima Bebe. Disgustado por la pasividad con que María acepta el asunto, Axel decide cortar su amistad con la pareja, pero sólo acaba declarándose a María, que poco después revela corresponder a sus sentimientos. Se suceden las escenas típicas de los folletines amorosos: Encuentros, juramentos de amor, peleas, separaciones, mentiras, lloriqueos, etc.
Mientras los barones realizan los trámites del divorcio María se traslada a Copenhague donde entabla una relación platónica con un músico. Dando muestras de muy poca delicadeza, envía a Axel las cartas de su enamorado con el fin de despertar sus celos.
De regreso en Estocolmo María se instala en casa de su madre, quien le reprocha su caída social. Por su parte la familia de Axel se niega a recibirlos. Acuciada por el ocio y la falta de dinero, María intenta dedicarse primero a la literatura y luego a la actuación. Falla en lo primero y consigue una oportunidad en lo segundo, pero poco antes de su debut muere el niño que tuvo con Gustavo y al reunirse con él para el funeral acaban acostándose juntos.
El debut teatral de María es un completo éxito, sin embargo al fracasar en su segundo papel es relegada al rol de extra, para finalmente ser despedida del teatro. Intentando evitar la ruina total María invierte su dinero en la creación de una revista artística dirigida por Axel, pero esta ni siquiera llega a publicar su primer número.
María comienza a mostrar rasgos cada vez más vulgares que Axel insiste en justificar. Finalmente se casa con ella, lo que sólo empeora las cosas: María da a luz una niña prematura que muere poco después; lleva a la casa un perro al que trata mucho mejor que a su marido; avergüenza a este asistiendo travestida a una fiesta de máscaras... Por último se revela como bisexual.
Las cosas mejoran algo cuando Axel obtiene el éxito literario con su primera novela y poco después nace el primero de los tres hijos de la pareja. Axel se entrega de lleno a la literatura y el éxito no lo abandona. El dinero llueve. Pero María vuelve a las andadas: Gasta en exceso; instala en la casa a una sirvienta y una amiga tan derrochadoras como ella; se finge enferma y seduce al joven médico; se va de viaje y poco después de regresar sufre un aborto. Las cosas alcanzan límites indescriptibles hasta acabar en un final abierto y, en cierto modo, predecible.

La historia de Autodefensa no es compleja ni contiene muchos personajes. Axel y María son casi los únicos caracteres recurrentes; Gustavo y la madre de María ocupan un lugar muy secundario, y otros aparecen sólo en uno o dos capítulos.
No es una historia agradable ni original, y si careciera de su lenguaje desenvuelto y los exhaustivos y fríos análisis de la situación realizados por el personaje principal, no sería más que otra de esas novelas donde un hombre aparentemente racional y ordenado acaba convertido en cerdo por culpa de una Circe de tercera categoría. Lo mismo se puede encontrar en muchas (¡demasiadas!) novelas francesas, aunque con menos intento de analizar de la situación.
Precisamente el análisis realizado por Axel, razón de la novela, fue lo que menos me gustó de ella. Cuando leo un relato (cuento, novela, teatro, etc.) quiero simpatizar con el personaje protagónico incluso si se trata de un villano. Acá no hubo forma de simpatizar, ya que desde el inicio de la novela Axel se muestra como un hombre irresoluto y cobarde, un pobre diablo al que una mujer rapaz maneja a su antojo. Axel se enamora de María casi de inmediato pero deja que ella y su marido lo crean devastado por la partida de cierta chica con la que lo imaginaban relacionado e incluso, aconsejado por ellos, accede a realizar un viaje para olvidar ese supuesto amor. El barco ya está abandonando el muelle cuando el muy imbécil reacciona y decide bajarse. Ese momento es realmente ridículo. A partir de ahí seguí leyendo Autodefensa sólo para saber que tan bajo acabaría cayendo el muy memo. Cae demasiado bajo.
Como sucede a muchos hombres (y también mujeres), Axel se enamora de lo que anhela de María, no de ella misma. La idealiza y poetiza elevándola hasta más allá de las nubes. Pero María es un ser vulgar e ignorante. Lo único superior en ella es su belleza física. Por esa belleza Axel se convierte en un sonso. En cierto momento menciona sus conocimientos literarios y aconseja a su mujer -que no lo oye- cómo comportarse en la buena sociedad; curiosamente no se aplica a sí mismo esos conocimientos. Alardea de haberse descubierto como superior a María, sin embargo ese ser superior, luego de largos y horribles sufrimientos causados por María, cae de rodillas ante ella... ¡porque tiene bonitas las uñas de los pies!
Autodefensa falla al pretender ser precisamente eso, la defensa de un hombre injustamente acusado de destruir el talento y despilfarrar la fortuna -inexistente- de su mujer. La autodefensa de Axel acaba siendo la crónica de la degradación de un hombre enamorado de una auténtica zorra que se niega a verla como tal y entonces culpa a las mujeres -sí, ''las mujeres'', no su mujer- de todo el mal que él mismo se echó encima al casarse con ella aun cuando durante el noviazgo tuvo grandes muestras de su auténtico ser.
Quien guste de novelas donde todo gira en torno a las peleas y reconciliaciones de una pareja de estúpidos, quizá disfrute de Autodefensa. A mí no me gustó, excepto casi como una obra humorística (la historia del perro al que María alimenta mejor que a Axel es realmente risible), pues me parece ridículo que una persona soporte tanta indignidad sólo por poder coger de vez en cuando con un cuerpo bonito, especialmente si esa persona es un literato racional y no el estudiante holgazán de una novela francesa. De todas formas para el tema amoroso prefiero una novela francesa, no tienen porquerías ni palabras vulgares.

Lo mejor: El retrato de la sociedad nórdica de la época, muy interesante.
Lo peor: El protagonista no consigue ser simpático, lo que resta poder al relato de su sufrimiento convirtiéndolo casi en algo cómico.
Conclusión: Recomendable sólo para los admiradores de Strindberg y de los folletines amorosos.
 

jueves, 6 de enero de 2022

Cinco relatos de Charles Dickens con inicios deslumbrantes



Siguiendo con obras que atrapan desde sus primeras líneas, aquí hay una breve lista de novelas de Dickens que cumplen con el requerimiento.

1) Canción de Navidad (1842)
Dígase para empezar que Marley había muerto.

2) La vida y aventuras de Nicholas Nickleby (1838)
Vivía una vez en un apartado lugar del condado de Devonshire un tal Godofredo Nickleby, honorable caballero a quien se le metió en la cabeza demasiado tarde la idea de casarse, y que, como no era lo bastante joven ni lo suficientemente acaudalado para aspirar a la mano de una rica heredera, se casó por puro amor con una antigua novia, que a su vez lo aceptó por idéntico motivo.

3) Vida y aventuras de Martin Chuzzlewit (1844)
Como no es posible que dama ni caballero alguno que presuma de buena crianza llegue a simpatizar con la familia Chuzzlewit sin antes cerciorarse del rancio abolengo de su estirpe, es una verdadera satisfacción saber, sin género de duda, que descendía en línea directa de Adán y Eva, y que en los tiempos primitivos estuvo íntimamente relacionada con los intereses agrícolas.


4) David Copperfield (1849)
Si he de resultar yo el héroe de mi propia vida, o si ha de ser otro el que ocupe este puesto, es cosa que deben decir estas páginas.

5) Una historia de dos ciudades (1859)
No ha habido tiempos mejores, ni ha habido tiempos peores; fueron años de buen sentido, fueron años de locuras; una época de fe, una época de incredulidad; lapso de luz, lapso de tinieblas; primavera de esperanza, invierno de desesperanza; lo teníamos todo ante nosotros, no había nada ante nosotros; todos íbamos derecho al cielo, todos marchábamos en sentido contrario.