jueves, 11 de agosto de 2022

Un año de blog



El blog cumple un año y es el momento perfecto para detenerme a pensar en el por qué de su creación y mantenimiento. 
No es un blog nacido por capricho. Lo cree luego de años de planificación. Deseaba poseer un lugar donde comentar mis intereses y descubrimientos literarios. 
Me costó iniciarlo porque no sabía muy bien como hacerlo. Hay tantas páginas sobre literatura. No deseaba que la mía fuera una más; no quería escribir de lo mismo que las otras. ¿Qué podría escribir yo sobre las grandes obras literarias que no se haya escrito antes y mucho mejor? Así que decidí hablar de libros no muy comentados. O al menos esa fue mi intención inicial.
Con el tiempo mis ideas e intenciones han ido cambiando, aunque una permanece: Continuar con el blog. No sé por cuanto tiempo más, pero por todo el que sea posible.
Desde marzo del presente año llevar el blog se ha convertido en una verdadera hazaña. En ese mes quedé sin PC, teniendo desde entonces que editar y publicar desde un teléfono celular. No me resulta fácil ni agradable. Incluso es desesperante. No sé bien si las fotografias están ubicadas correctamente y con el tamaño justo. Y soy una persona demasiado detallista.
Escribir en este blog me ayuda a pulir mi redacción y lenguaje. Además me ha permitido conocer otros blogs maravillosos no sólo de literatura, ampliando mis intereses. 
Mirando hacia atrás, no puedo elegir una publicación que valore más. Todas las hice con gusto e interés. Quizá la dedicada a Las crónicas vampíricas sea la más pulida; y la de títulos llamativos en la ciencia ficción la más personal. De los cuentos publicados mi favorito es Treinta días tenía septiembre.
¿Qué más puedo decir? Agradezco a las dos personas que se han convertido en seguidores del blog; saber que alguien lee lo que uno escribe anima a continuar haciéndolo. Y lo hago. 


jueves, 4 de agosto de 2022

8 canciones de John Foxx



Hace ya tiempo que deseaba subir algunas letras de canciones, y decidí comenzar con unas de mi cantante favorito, el multiartista inglés John Foxx, precursor absoluto del synthpop británico.
Las letras de John Foxx nos transportan a un futuro ballardiano de ciudades frías y asépticas; automóviles abandonados, en llamas o sin conductor; personas solitarias aferradas a la sombra de un vago recuerdo en un mundo duro y cruel; cuerpos cambiando a agua o luz. Ciencia ficción y emotividad con una sencillez que esconde entre líneas más de lo imaginable. Así, por ejemplo, en Europe after the rain creemos estar oyendo la historia de una pareja que recorre las calles nocturnas, pero obviamos que todo ocurre tras una guerra atómica; la lluvia mencionada no es de agua ni el brillo es sinónimo de resplandor poetico; en realidad, los enamorados (o amigos, porque no se especifica) podrían estar deformados o al menos heridos por efecto de la radiación. 
John Foxx es considerado uno de los mejores letristas de la música británica. Entender sus líneas e ideas no es fácil si se desconoce su trayectoria artística, así que invito a conocerlo mejor. 


Los hombres tranquilos
(The quiet men)

Esperando, esperábamos
mientras el tráfico avanzaba a través de nuestros corazones y cabezas;
pero las cosas eran diferentes entonces
para los hombres tranquilos.

Cambiando, las cosas cambiaban;
a través de paredes y pasillos, 
no había paredes en absoluto
para los amigos tranquilos
de los hombres tranquilos.

Primavera, el sol
atravesaba los cristales de las ventanas; 
allá abajo los caminos ingleses
donde volvieron a caminar
los hombres tranquilos.

Hablando, hablaban
de los tiempos venideros 
y de todo el tiempo que se ha ido,
y sonrieron otra vez
los hombres tranquilos.

Escuchando, escuchaban
como la temporada cambiaba
y las razones cambiaban,
y la gente iba y venía
junto a los hombres tranquilos.

Caminando, caminaban
a través de los días lluviosos 
mirando todas las caras;
pero nadie se fijaba en ellos,
los hombres tranquilos.



Hiroshima mi amor
(Hiroshima mon amour)

De alguna manera nos alejamos demasiado
comunicándonos como estrellas lejanas,
voces astilladas por el teléfono,
el polvo iluminado por el sol, el olor a rosas fluyendo;
alguien espera detrás de la puerta.
Hiroshima, mi amor.

Montando trenes interurbanos,
vestido en gris europeo,
cabalgando a la playa del eco,
un millón de recuerdos en los árboles y las arenas, oh no;
¿cómo dejarlos ir?
Hiroshima, mi amor.

Reuniéndonos bajo el lago de otoño
donde sólo penetran los ecos,
caminando a través de polaroids del pasado,
características fusionadas como vidrio roto, 
el sol está tan bajo,
convierte nuestras siluetas en oro.
Hiroshima, mi amor.



Por un momento
(Just for a moment)

Conversando por la ventana mientras la luz se desvanece,
oí mi voz quebrarse por un momento.
Conversando por la ventana mientras la luz se desvanece,
sentí el piso cambiar a un océano.

Nunca nos iremos de aquí, nunca,
nos quedaremos aquí para siempre,
y cuando las calles estén silenciosas
saldremos a caminar en el silencio.

Escuchando el movimiento que hace la noche,
dejé la habitación desvanecerse por un momento.
Sentado en las sombras que hacen las hojas,
sentí el piso cambiar a un océano.

Escuchando la música que las máquinas hacen,
dejé mi corazón romperse por un momento.
Escuchando la música que las máquinas hacen,
sentí el piso cambiar a un océano.



Plaza

En la plaza
bailamos despacio, iluminados como fotografías.
Cruzando la plaza
hacia la sombra del cenotafio.

Por escaleras mecánicas llegando a la vista del mar,
detrás de los cristales ahumados nadie te ve.
Una figura familiar viene a reunirse contigo,
recuerdo tu cara
de algún parabrisas destrozado.

Frente a la plaza
una acumulación gigantesca de coches italianos.
Frente a la Plaza
el salón está ocupado por seminarios.

Desde la plaza
la curva de autopistas sobre los embalses.
En la plaza
una fila se forma para el cine.



Europa después de la lluvia 
(Europe after the rain)

Es tiempo de volver a caminar,
es tiempo de abrirnos camino
a través de las fuentes de las plazas 
y las columnatas.

Tu vestido destella,
tu voz oculta cosas
cuando dices 
que apenas he cambiado.

En Europa 
después de la lluvia,
cuando las noches son cálidas 
y el verano se balancea. 

Las vidrieras guardan ecos,
los balcones tienen flores,
y las voces vuelan
en un viento refulgente. 

tu rostro resplandece,
tu sonrisa brilla
cuando digo
que apenas has cambiado.

En Europa
después de la lluvia,
cuando las noches son cálidas
y el verano se balancea.




Tu vestido
(Your dress)

Ponte tu vestido;
ahora puedo verte.
En la habitación el antiguo océano 
se mueve y fluye.
Hay una quietud y un brillo, 
un ímpetu y un resplandor interior, 
un destello… 
y cada movimiento que hacemos,
y cada paso que damos,
es una nueva incógnita.

Ponte el vestido;
ahora me pongo el traje.
Mira, no logras verme en absoluto.
Puedo atravesar cualquier multitud 
y mi sombra y yo
simplemente nos disolvemos.  

Pero siempre hay una luz secreta 
y puedo encontrar 
alguna señal privada,
una música oculta que permanece 
y sigue sonando incluso cuando la ciudad 
se repliega en sí misma por la noche.

Estrellas que arden lentamente 
caen por tus hombros.
No hay prisa,
sabes que siempre me dejas sin aliento.
Apaga la luz, 
ahora podemos ver más claro que nunca.
Creo que estamos a la deriva en el borde del mundo,
te vuelves y sonríes 
y no queda nada.



Estabas ahí
(You were there)

Estabas ahí
cuando miré tus fotos en la noche.
Estabas ahí
cuando me dormí y desperté en la luz.
Y cuando se llenaron las calles,
y se detuvo mi corazón
y pregunté la hora a alguien,
estabas ahí.

(Sé que estabas ahí).

Y estabas ahí
cuando me detuve a contemplar
los árboles silenciosos.
Estabas ahí,
y pensé que eras alguien más.
Y cuando rugió el tráfico
y mi corazón se aceleró
de modo que apenas podía respirar.

Estabas ahí 
cuando me detuve y miré 
desde muchos años atrás.
Debes haber sonreído cuando atravesé 
los lugares que conociste, 
y cuando me rendí
y ya no llegaron cartas
y no quedó rastro de nada.



Siempre verde
(Evergreen)

Existe un lugar que conocimos una vez
no muy lejos de estas calles,
y aunque The Grove ya no existe,
todos sus árboles altos y silenciosos
siguen en pie
y se balancean
y parecen…

Lejanos,
siempre verdes,
ignorados y nunca vistos.
Siempre amados,
siempre perdidos,
nunca encontrados pero siempre soñados.
Por siempre verde.

Así que sin importar donde vaya,
siempre regreso 
a este lugar con la esperanza
de un vistazo o huella
que la luz rota de alguna manera pudiera revelar.
Dicen que siempre cambia
pero no aquí.

Así que mientras te busco
y quizás tú me busques a mí,
a través del deslumbre y del ruido,
del encanto y el destello,
recuerdo la forma en que
tus ojos parecían siempre…

Lejanos,
siempre verdes,
ignorados y nunca vistos.
Siempre amados,
siempre perdidos,
nunca encontrados, pero siempre soñados.
Siempre cambiantes, siempre nuevos,
siempre inquietos, siempre verdaderos.
El oro más profundo, el azul más profundo,
Siempre añorados y siempre verdaderos.
Siempre verde.



Traducción: Elisabeth/Isabel Veidt.