jueves, 19 de mayo de 2022

Distinto (Eugene O'Neill)


Distinto
es una de las obras menos conocidas del dramaturgo estadounidense Eugene O’Neill. Fue publicada en 1922 y se ha representado pocas veces, tal vez por su incómodo argumento. La trama expone la anormalidad sexual de una mujer que, por un ideal de pureza imposible, rechaza el amor de un hombre íntegro para años después sublimar a un canalla mucho menor que ella. Aunque el tema pudo considerarse incómodo en su época, no se trata de una excepción en la obra de O’Neill. El autor escribió sobre la prostitución, el adulterio, el racismo, la locura y el deseo sexual, por lo que realmente no parece existir una razón de peso para la poca difusión de este magnífico drama que tanto disfruté leer.  
Premio Nobel en 1936 y premio Pulitzer en cuatro ocasiones, O’Neill creó personajes poderosos y realistas víctimas de sus ideas y entorno social, en este caso el de un pequeño pueblo marítimo. Su experiencia personal como marinero le sirvió para describir con veracidad la vida a bordo de los barcos y el carácter de los hombres de mar, con sus bajezas y noblezas, sus desilusiones y desesperanza. Este realismo dramático fue introducido en el teatro estadounidense por el propio O’Neill, que lo tomó de August Strindberg, cuya influencia reconoció en su discurso de aceptación del premio Nobel. 

Resumen
Emma Crosby tiene 20 años; su padre y hermano se dedican a la pesca de ballenas, y ella misma está comprometida con Caleb Williams, de 32 años, capitán de un barco ballenero. Emma se considera distinta y exige que su novio también lo sea; aspira a la pureza sexual y desprecia las aventuras eróticas de sus conocidos. Dos días antes de la boda, su hermano Jack le revela una historia que ya todo el pueblo conoce: En su último viaje el barco de Caleb hizo escala en una isla tropical, y al parecer éste tuvo una aventura con una hermosa nativa que se encaprichó de él. Decepcionada, Emma decide romper el compromiso incluso contra la opinión de su familia y de Harriet, la hermana de Caleb, para quienes tales asuntos no significan nada desde un punto de vista moral. 
Caleb reconoce haber tenido un encuentro sexual no buscado, pero eso no cambia la decisión de Emma, que sin embargo desea mantener su amistad. Él le asegura que nunca se casará a menos que sea con ella y que está dispuesto a esperarla treinta años, si es necesario.
Treinta años después Emma es una solterona mal envejecida que se esfuerza en pasar por una jovencita. Sus padres y hermano han muerto, y ella vive sola en la vieja casa familiar, donde la visita el soldado Benny Rogers, hijo de Harriet, ahora viuda. Emma se ha encaprichado del joven de 23 años e intenta retenerlo arreglando su casa para él. Benny es lo bastante astuto y vil como para aprovecharse de este enamoramiento otoñal del que espera conseguir dinero. 
Harta del mal comportamiento de su hijo, Harriet decide no darle más dinero y que Caleb tampoco lo haga. Entonces Benny se desquita de una forma que acarrea infaustas consecuencias para todos. 


Análisis 
Emma Crosby es uno de esos chocantes y molestos personajes asociados al teatro realista. No es una abstracción, sino una persona compuesta por diversas facetas ideológicas y emocionales. Por sobre todo, Emma es una fracasada social y sexual producto de la incapacidad para conciliar sus altos ideales con sus bajos deseos y encontrar el término medio. En su juventud se aferra a un mundo de ilusiones románticas apartándose del coqueteo y los amoríos ligeros, tan habituales en las chicas de su pueblo de marinos, pescadores y taberneros. Emma se considera distinta y el hombre que se case con ella también debe serlo, pero su ideal de pureza sexual choca con lo aceptado como normal por la comunidad:

''No se trata de nada excepcional. A la mayoría de los hombres que se dedican a la pesca de la ballena les han sucedido cosas así en sus tiempos. Les he oído contar episodios como estos a papá y a los demás. 
(…) En cuanto a mí, me parecería ridículo un hombre demasiado mojigato para ir de parranda de cuando en cuando''.

Al descubrir el desliz de Caleb con la indígena isleña, Emma rompe con él por considerar que es igual a los demás. Pero Caleb sí es distinto. Lo es de verdad. Su relato de cómo se dio el asunto con la hermosa indígena, dice mucho a favor de él:

''No lo hice con intención, Emma. No. Pensaba en lo que sentirías tú si lo hacía… Hasta cuando estaba allí, pensaba en eso. Por eso me quedé a bordo mientras los muchachos estaban en tierra. No creí que aquello me sucediese.
(Pausa.) Ojalá pudieras ver esas islas, Emma, y quedarte allí algún tiempo. Entonces comprenderías. Cuesta mucho explicarlo y tú no las has visto nunca. Todo es diferente allí…, el tiempo…, y los árboles, y el agua. Uno mira todo eso y empieza a sentirse otro. Aquí la vida suele ser hermosa…, como ahora, en primavera…, pero allí se está bien siempre…, y uno lo nota y se siente… distinto. Y esas mujeres nativas… son distintas. Un hombre no las considera mujeres… como tú. Pero son guapas, a su manera, y de noche, cantan…, y todo eso es distinto, como una de esas escenas que se ven en los cuadros. (Pausa.) Aquella noche, cuando ella vino nadando y subió a bordo y yo estaba solo, me cogió de sorpresa. No esperaba nada así. Traté de obligarla a volver a tierra…, pero no quería irse. No conocía suficientemente el inglés para que yo pudiera hacerle comprender mis sentimientos…, y creo que no los habría comprendido de todos modos, ya que era una indígena. (Pausa.) Y, además, temí que se resfriara andando desnuda y mojada a la luz de la luna…, aunque hacía más bien calor…, y quise envolverla en una manta''.

La intransigencia de Emma tiene mucho de fanatismo y, como tal, de anormalidad. Su obsesión con la castidad enmascara una autorrepresión como forma de diferencia en una comunidad cerrada. Cuando tres décadas después su deseo sexual se libera, descubrimos que Emma envejeció sin madurar, y que incluso ha pervertido sus ideales. Mal envejecida pero aferrada a un grotesco simulacro de juventud mediante actitudes, maquillaje y ropa a la moda, Emma es una parodia de sí misma. Su enamoramiento del joven, vulgar y ruin Benny, sólo confirma su extravío; la desvergüenza de éste es evidente para cualquiera con un mínimo de juicio, mas, obnubilada por su deseo desatado, Emma se ciega a la verdad de ambos: La maldad de Benny y su propia vejez. 
Caleb, el hombre diferente, también es arrastrado por la anormalidad de Emma. El amor que siente hacia ella se convierte en una costumbre que marca y define su existencia, imposibilitando su desarrollo personal y social. Los constantes viajes de Caleb no dejan huella en él. Nunca vuelve a enamorarse, ni siquiera lo intenta; desperdicia su vida esperando a una mujer estúpida que jamás se casará con él. La revelación de la verdad es devastadora para Caleb, cuya vida ha girado alrededor de ese amor que realmente nunca fue correspondido, ya que Emma amó una idea de hombre, no al hombre.

Me gusta la rapidez con que se pueden leer este tipo de obras. Atrapan de tal manera que una vez se empiezan ya no se dejan hasta acabarlas. Es una lástima que esta en específico no haya sido reeditada en castellano. Incluso en inglés es difícil de obtener. 

Lo mejor: Los personajes y el ambiente, que están muy logrados.
Lo peor: La irritante estupidez de Emma, incapaz de ver que Caleb en verdad era un hombre distinto a los patanes de su pueblo.
Conclusión: Una obra que merece más reconocimiento dentro de la dramaturgia de O’Neill. La recomiendo.




NOTA: Las imágenes que acompañan esta entrada son sólo referenciales. No encontré fotografías de portadas de la obra, así que puse algunos fotogramas de películas con escenas afines a la historia.

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